¿El café no era perjudicial? Parece que las evidencias científicas se
levantan contra los mitos impuestos por el desconocimiento. Brindemos
todos con una taza de café. Nos sentará mejor de lo que pensamos.
Ya os hemos hablado en alguna ocasión sobre el efecto beneficioso que tiene el beber café. Lo curioso sobre esta bebida es que hace unos años el café
se consideraba perjudicial para ciertas edades y en ciertas personas.
De hecho, su dosis (semi)letal no es demasiado alta. ¿Entonces? ¿Qué ha
cambiado? La evidencia científica apunta, cada vez con más fuerza,
hacia los beneficios de incluir en nuestra dieta un café. Y además, digo
café, que no té, por cuestiones que exploraremos más adelante. A medida
que pasa el tiempo podemos estar más seguros al afirmar: el café es
bueno para tu salud. Eso sí, depende de cómo te lo tomes. Vamos a verlo.
La evidencia científica muestra que no hay relación entre el cáncer, problemas cardiacos o de desarrollo y el café
Mitos y verdades sobre beber café
El café ha estado siempre en un doble pedestal, adorado por muchos y
despreciado por otros. Pero lo cierto es que esta doble vida le ha
concedido muchos mitos, la gran mayoría negativos. El más extendido, por
supuesto, es que el café tiene efectos nocivos sobre los niños. Tanto
si es en el embarazo como en la etapa de desarrollo, el café (y la
cafeína)
no resulta perjudicial para el niño. No hay
descalcificación, ni reducción del crecimiento, ni desajuste metabólico.
En todo caso, para los niños muy activos y sensibles a la cafeína, el
café puede provocar un episodio de nerviosismo. Por otro lado, existen
numerosos rumores de que el café puede causar cáncer o riesgos
cardíacos. Los estudios realizados por diversas entidades muestran que
no hay razón para pensar tal cosa. Es más, más adelante lo veremos, el café ayuda a prevenir las enfermedades de corazón.
De hecho, el café ha mostrado varios efectos beneficiosos. ¿Es igual
tomar café descafeinado que café normal? Depende. En casos como algunas
afecciones coronarias el café descafeinado ha mostrado cierto potencial,
pero en general,
el café descafeinado no parece contar con los beneficios del café normal.
Eso sí, hay que decir que existen muy pocos datos al respecto, por lo
que hace falta ampliar nuestro conocimiento aquí. ¿Y sobre el té? Como
explicaba antes, el té y el café no cuentan con las mismas propiedades.
Mientras que el té ha mostrado un potencial protector contra
enfermedades neurodegenerativas (como el Parkinson) y propiedades
antioxidantes, no muestra el mismo efecto protector cardiovascular que
el café. Esto nos hace suponer que no es la cafeína (puesto que es lo
mismo que la teína) el principal agente protector del café.
Los beneficios del café
Entonces, repasemos, según lo que sabemos hasta ahora parece
que los estudios muestran un potencial beneficio en beber café. ¿Cuanto
café y de qué tipo? Veamos. Tiene que quedar claro que
hablamos de café con una cucharada pequeña de azúcar
o edulcorante. No hablamos de café con leche ni, desde luego, las
típicas bebidas de café propias de lugares como Starbucks. Los grandes
contingentes de café comercial pueden contener una cantidad de calorías y
otros aditivos que podrían echar al traste el beneficio. Pero volviendo
al café normal, el consumo moderado sí ha mostrado ser beneficioso en
numerosos aspectos. ¿Y qué es un consumo moderado? Entre 2 y 5 tazas de café
al día. Repetimos, tamaño expreso. Por otro lado, alcanzar niveles de
cafeína peligrosos bebiendo café solamente es muy difícil. La dosis
semiletal, es decir, que nos pone en un 50% de oportunidades de morir,
es de 192 mg/kg (y está medida en ratas). Es decir, una persona de
setenta kilos necesita 13,44 gramos de cafeína sola para tentar a la
suerte. Y cada café contiene en torno a los 60 u 80 mg. Mil veces menos.
¿Y qué beneficios trae el café? Pues como decíamos antes, varios
estudios muestran una capacidad protectora en el sistema cardiovascular
muy interesante y significativa. También existen evidencias que
relacionan el café con cierta protección contra la diabetes. La cafeína,
como sabréis, es un compuesto secundario de las plantas, el cual
usan como defensa contra insectos,
que dura unas cuatro horas en nuestro cuerpo, aproximadamente. Durante
ese tiempo bloquea los receptores de un neurotransmisor y nos mantiene
más atentos, despejados y activos. Tras ese tiempo es metabolizada y
expulsada por la orina. Por desgracia, no conocemos los mecanismos por
los cuales el café tiene un efecto protector en nuestro cuerpo, pero
cada vez hay más pruebas que señalan a algo distinto a la cafeína.
Probablemente algunos componentes secundarios también que activan
ciertas partes de nuestro metabolismo. En cualquier caso, lo que queda
claro es que habrá que replantearse eso de criticar al café
gratuitamente. Y a mi me parece genial; ya no tendré que mirar con
desconfianza las varias tazas de café que necesito al día.
Por: Santiago Campillo